Gigante que el mundo mira a como hito de los siglos,
mar grande del sentimiento,
por el estre y la belleza que en brazos te levanta,
no es suficiente la lengua humana; pues ángeles te inspira
y te da para afilar hacerte su corazón el Omnipotente.
Mes ah! deja que se pierda mi cordura dentro ta grandeza,
como ave dentro del espacio:
y entre olas de misterio, de amor y de esperanza,
transporta mi alma que al Infinito se acerca.
buscando la belleza el personal susto.
Tas torres afiladas deseos parecen de gloria
para Dios petrificados;
tos arcos de punta airosos, suspiros de alma pura
que para romper esfuerza el pecho que la detiene
y correr con anhela abismos increats.
Pilares de gentileza, columnas atrevidas,
qué corazón os sintió?
En el mundo no hay arraigaba quien con tanta valentía
supo con cañas de piedra suspender la armonía
de un cielo inmenso que el águila podría bien nutrir.
Entre lo sagrado aroma que el ábside perfuma,
oh júbilo misterioso!
Tos ventanales parecen los ángeles las ojeadas,
de augusta Amor encendido luces medio apagadas,
el atrio de la gloria trasllum maravilloso.
Cincelan las cornisas recuerdo es de antigua historia,
cenefa de esplendores;
y los capiteles esmalta corona de ramajes,
al áspero de la vida parrales de bellos ful1atges
donde parece cuelgan animas el nido de ses amores.
Gallarda claraboya los rayos del sol depura,
antes de que los deje 'brillar;
como huerto que en ti plantaron los serafines gozosos,
de donde cosechan las guirnaldas y los ramos de luz vistosos
que al pie del tabernáculo aprestan a besar.
Cuando viene de la tarde la quietud sagrada
y el hervor de gente finaliza.
Entonces el alma pura con Dios que la enamora,
suspendida en la ancha vuelta como lámpara adoradora,
apartado que con dulce misterio sueño frente humilde unge.
Concierto de melodías en sueños de esperanzas
por el corazón fantaseado,
por el espíritu que llora eres símbolo de grandeza,
por el pecho que a Dios añora eterna marzo extendida
que hasta el cielo sublima un vuelo de inmensidad.
Arte bello, que el arte pagana un día vino a sustraer,
qué corazón te olvidará?
De Atenas y de Roma la forma, si es preciada,
no se levanta de la tierra, es cielo sin estrellada,
estéril simbolismo por el espíritu cristiano.
Dentro ti mi pecho ensanchan espacios de nueva vida
y de inmortalidad
Los placeres que la confortan bebe el alma ardorosa
y parece que al mirarte, oh vuelta suntuosa,
el fondo del corazón bajan rumores de eternidad.
Del Dios de las grandezas, del rayo y las tormentas
en ti el aliento revive;
del eterno palabra prenda eres de milagro,
del Infinito Paráclito purísimo tabernáculo,
donde baja a derramar a de tés amores cautivo.
Oh artistas que una forma de nuestra fe imagen
con vivo afán buscáis ...
Permanece todavía derecha la muela gigantesca,
la fe de nuestros padres brilla con luz divina;
rellene su corazón y el alma, y otros gigantes alçau!